Seguimos
con los temas polémicos de los Estados Unidos. Anteriormente expliqué la
situación del aborto y la homosexualidad en el país, hoy hablaré sobre:
El
debate de las armas es mucho más complejo de lo que se imagina la mayoría de la
gente ya que dicho privilegio es un
derecho Constitucional recogido en la Segunda Enmienda que dice:
“Una milicia bien
regulada es necesaria para la seguridad de un Estado libre, el derecho del
pueblo a poseer y portar armas no será infringido”
aprobada
el 15 de diciembre de 1791.
¿Cómo es que la
Constitución defiende este derecho?
La
Segunda Enmienda fue redactada y aprobada a finales de 1791, en esa época, la
mayoría de las Constituciones o Normas Estatales poseían artículos que
permitían a la sociedad poseer armas. A lo largo de la historia, este derecho
se ha ido regulando ya que el monopolio de la violencia era tomado con fuerza
por el estado.
Estados
Unidos no fue menos en mantener en su Constitución una enmienda que defendía
dicho derecho, pero no fue cambiada por diversos motivos; EEUU se fundó con la base de crear un estado libre no interventor que
no ejerciera como padre de sus habitantes si no como conductor y consejero.
Durante más de 220 años esta forma de pensar se ha mantenido por lo tanto, la regularización de las armas en dirección
a prohibirlas, provocaría una invasión de los derechos individuales que van en
contra del pensamiento y a la vez en contra de la idea en que vive y se en que concibieron
los Estados Unidos.
Las encuestas de
opinión norteamericanas muestran como la mayoría de la sociedad apoya la
Segunda Enmienda y tan solo ven la necesidad de regular
el derecho de armas sin prohibirlas. Más de un 68% de la población cree que un
ciudadano puede poseer armas, mientras que solo un 25% creen que debería prohibirse
y tan solo tener acceso a ellas los profesionales: cuerpos y fuerzas de seguridad, cazadores, etc.
En este tema, ambos
partidos se acercan mucho en sus posiciones aunque los Republicanos son más flexibles
en el momento de aplicar leyes de control de armas.
Desde
la época del Presidente Jimmy Carter, los Demócratas
han incentivado medidas para promover el control de las armas pero dichas
propuestas han acabado cayendo en vano debido a las presiones de las grandes
empresas armamentísticas o por la llegada al poder de los Republicanos que han
tumbado dichas leyes y reglamentos.
Jimmy
Carter propuso ya en su legislatura una ley que prohibiera a antiguos convictos
poder poseer armas pero no tuvo tiempo de aprobarla y Ronald Reagan cuando
llegó, decidió vetarla. Bill Clinton no realizó mucha labor frente a la lucha
contra las armas aunque más tarde, se ha declarado completamente a favor de una
fuerte regularización y control. El tercer presidente demócrata desde Carter,
es Obama el que podríamos decir que es quien ha realizado más esfuerzos para
terminar con los problemas que suponen las armas en los Estados Unidos. (fotografía de Eric Harris y Dylan Klebold en la Masacre de la Escuela de Secundaria de Columbine donde murieron 17 personas)
Hay demócratas que
están en contra de la regularización de las armas a los niveles que propone
Obama como prohibir a los menores de 21 años tocar un arma, que los antiguos
convictos no puedan poseerlas o que se tenga que elaborar un estudio
psicológico para poder obtener la licencia.
Las
propuestas citadas anteriormente que Obama propone, son las que la mayoría de los demócratas apoyan, más de
un 75% de sus representantes y casi una totalidad de los gobernadores estatales
que son quienes más sufren las consecuencias cuando suceden tiroteos y
asesinatos en lugares públicos.
Obama propuso en 2013,
después de tres matanzas seguidas, dos en institutos y una en un cine, crear una ley que casi minimizaba la
posibilidad de tener armas. Los Republicanos, que tenían la mayoría en el
Senado, prohibieron que la ley avanzara hecho que bloqueo toda posibilidad de
que el Congreso pudiera debatir sobre ella.
Poco después de un mes de ser bloqueada en el Senado, se anunció por sorpresa
un acuerdo entre Demócratas y Republicanos para la elaboración de una ley
reguladora del derecho a las armas. Hoy, en 2015, esta ley aún no se ha
presentado y no va por el camino de hacerlo.
¿Por qué Obama no impone una ley de restricción
de armas?
En Estados Unidos, un presidente
puedo usar su poder para imponer o vetar leyes, por tanto, no se entiende que
el Presidente Obama insistiera tanto en la necesidad de una ley de restricción
de armas pero en cambio no la regula. (fotografía de Obama llorando anunciado las 27 víctimas de la Masacre de la Escuela de Primaria de Sandy Hook)
Algunos hablan de que es una enmienda constitucional y entonces es preferible
hacerlo por la vía legislativa, otros, acusan al Presidente de arrodillarse
ante las multinacionales armamentísticas y la poderosa Asociación del Rifle.
Los Republicanos en
cambio están totalmente en contra se regularizar el uso de las armas
y es difícil encontrar a algún representante que apoye una ley restrictiva, tan
solo encontramos el renombre del Congresista
Raul Labrador considerado miembro de “la pandilla de los 8” (1).
Dentro
del legado presidencial republicano a lo largo de los años, no encontramos a
ningún presidente que haya realizado funciones para regularizar las armas, ni
teniendo en cuenta los miles de muertos que hubo en Estados Unidos durante el
período Bush (2001 – 2009) que llegaron a rozar los casi 100.000 en 8 años.
Anualmente mueren
muchas personas por armas de fuego en el país, las cifras van
de los 6.000 hasta los 10.000, aunque la
que se usa oficialmente es la del FBI y la Oficina Federal de Seguridad
Armamentística que cifran en 7.500 aproximadamente. De estos 7.500, según datos de las mismas agencias, unos 1.500 son
menores de 16 años (edad legal para
llevar armas). Estas cifras son los homicidios, no incluyen suicidios.
Este
elevado número debería suponer para los políticos norteamericanos una necesidad
de reacción, pero la realidad, como todos sabemos, es que es todo lo contrario.
Las industria
armamentística en los Estados Unidos supone más de 3,5 millones de puestos de
trabajo, una riqueza de más de 550.000 millones de dólares y alrededor del 35%
de la producción mundial de armas. Y todo esto realizado
por tan solo 47 empresas. Para poner un ejemplo de la magnitud, si todas se
unieran, sería la mayor empresa del mundo y tendría una riqueza mayor que Argentina,
Polonia, Bélgica o Noruega y se pondría a niveles de Suecia o Suiza.
Dejando
en cuenta las macro cifras armamentísticas, las asociaciones de armas, sobretodo, la todopoderosa Asociación
Nacional del Rifle (fotografía), tienen en ellos a importantes magnates de la industria
así como multimillonarios de diferentes sectores (construcción, finanzas y farmacéuticas) que financian anualmente
ambos partidos con cantidades asombrosas. En
2012, la Asociación Nacional del Rifle dio más de 100 millones de dólares en la
campaña de Mitt Romney y a Bush hijo le financiaron con más de 250 millones en
sus campañas presidenciales y estatales.
La
presión que dichas Asociaciones y empresas realiza es tan grande que hace a los
políticos tener que mirar a otro lugar. ¿Esto
es ético? Por supuesto que no lo es, pero es el problema que existe en los
Estados Unidos donde las empresas son quien pagan la mayoría de las campañas de
ambos partidos.
Al
contrario que el aborto y la homosexualidad, las armas es un tema muy delicado en los Estados Unidos y parece que
faltan muchos y muchos años para poder solucionarlo. La mejor manera,
parece ser, es ir poco a poco como pretende realizar Obama, pero la cuestión es
¿le dará tiempo? Finaliza el mandato
en 2016 y su sucesor, sea quien sea de los republicanos y de los demócratas, o
si es Hillary Clinton, no se les ve muy en la labor para realizar dichos
cambios legislativos. A lo mejor, el
Presidente Obama pretende realizar un decreto presidencial durante 2015 o 2016
para atajar dicho problema, o a lo mejor, el creciente miedo al yihadismo hace
reaccionar.
¿Por qué en el mismo
artículo drogas y armas?
Las drogas causan entre
60.000 – 80.000 muertes al año en Estados Unidos,
según datos del Departamento de Salud y Servicios Sociales. Esta cifra es
alarmante ya que más del 60% son jóvenes menores de 30 años y de este
porcentaje, cerca del 25% son menores de 18 años (11.000 muertos
aproximadamente en 1 año).
A
estas cifras les hace falta desglosarlas para entender por qué lo relaciono con
las armas. De los 60.000 – 80.000 muertos anuales, “tan solo” 3.000 son por
consumo de cannabis. Comparando estas cifras con las muertes por armas de fuego
(7.500) y por las muertes por alcohol que rondan los 20.000, el cannabis, ilegal, causa menos muertes
que las armas y el alcohol que son legales.
Observando
las cifras, es difícil de entender como
una sustancia que causa menos muertes es ilegal mientras que las armas y el
alcohol que causan muchas más son legales, además, con las armas, se puede
hacer daño a otras personas, hecho que es aún más dañoso que auto lesionarte a ti mismo con el cannabis.
En este comentario / artículo, hablo solo sobre la legalización del cannabis ya que es la "droga blanda" al causar menos efectos y a la vez, al ser la única droga que se habla formalmente de legalizarla y regularla.
31 Estados aceptan el
cannabis con uso terapéutico pero tan solo en 2 estados es legal el consumo de
dicha droga, Colorado y el estado de Washington (1 de enero de 2014).
¿Por qué sigue siendo ilegal?
La visión que se tiene
de las drogas (cannabis incluido) es
de algo dañino pero comparando las cifras, vemos que
esto es inferior a otras cosas legales. Eso no significa ni mucho menos que se
tenga que legalizar todo lo que cause pocas muertes, pero está comprobado que
la legalización, la regularización y el control de las drogas más blandas acaba
beneficiando a la población y al propio estado. Washington y Colorado han disminuido un 25% los ingresos hospitalarios
por el cannabis, se ha erradicado más del 75% del mercado negro y los ingresos
estatales han aumentado más de un 5%.
La
visión de Demócratas y Republicanos no es muy clara sobre las drogas, en
especial sobre el cannabis. Ambos partidos se encuentran en contra de
legalizarlas pero como todos los grandes temas, siempre tienen asteriscos que
hace analizarlos.
En la Convención
Nacional Republicana del año 2000, se acordó rechazar toda propuesta de
legalización de las drogas y así Bush lo hizo durante su
legislatura en la Casa Blanca pero tras su marcha en 2009 y las constantes
derrotas republicanas a la presidencia, han hecho replantear muchos temas,
entre ellos, las drogas.
El Partido Republicano
en 2009 decidió apoyar la despenalización del consumo de cannabis en algunos
estados manteniendo como ilegal su comercio así como su venda, por tanto, se
autorizaba de cierta manera el cultivo y consumo personal. En
2012, en las elecciones presidenciales, Mitt Romney se mostró a favor de volver
a sancionar el consumo de cannabis y fue entonces cuando Obama realizo un anuncio espectacular que jamás un Presidente había hecho:
Afirmó que en la universidad e incluso en el instituto, había consumido algunas
veces cannabis.
La
campaña presidencial se paralizó, todo el mundo pensaba que las encuestas
sacarían puntos a Obama pero fue todo lo contrario, el escaso margen entre
ambos candidatos se amplió.
El congresista John
Boehner en una entrevista en 2013 afirmó que el partido republicano debería
estudiar la posibilidad de realizar regularizaciones en relación al cannabis ya
que era una buena forma de luchar contra el mercado negro.
Esto es sinónimo que a
la larga el cannabis terminará siendo regularizado en los Estados Unidos,
además, cabe también destacar, que no es un tema totalmente polémico ya que los
posicionamientos políticos no son totalmente reales ya que este “problema” ha
empezado a suceder con fuerza los últimos 10 años y sobretodo estos últimos 4.
Los Demócratas no han
mostrado postura oficial, pero si alguno de sus líderes como el Presidente
Obama, el Vicepresidente Biden, la Congresista Pelosi o el Senador Harry Reid
se han mostrado totalmente a favor de una regularización
que garantice así un control sobre el cannabis.
California, va por el
camino de convertirse en el tercer estado norteamericano en legalizar el
cannabis. Actualmente, no existen leyes que penalicen el
consumo de cannabis ni en público ni privado y aunque el comercio sigue siendo
ilegal, las sanciones se han ido reduciendo los últimos años si las cantidades
no superan los máximos establecidos por la Autoridad Sanitaria de California.
(1)
“La pandilla de los 8” es como se conoce popular ente y por la prensa los 8
líderes republicanos más importantes e influyentes. Estos son: John Boehner (Ohio), Paul Ryan (Wisconsin),
Raul Labrador (Indiana), Eric Cantor (Virginia), Bob Goodlatte (Virginia), John
McCain (Arizona), Orrin Hatch (Utah) y Susan Collins (Maine - fotografía- )